La Lavándula officinalis, y también la angustiofila, crecen naturalmente en las zonas montañosas altas del Mediterráneo y son aquellas de cuyas flores se extrae, por destilación a vapor, el aceite de calidad superior.
Es muy útil para las quemaduras, y es el único aceite que puede usarse directamente sobre la piel abrasada. Calma la piel afiebrada por el sol. Disminuye inflamaciones de contusiones. Ayuda a disminuir los dolores musculares y los que causa el reumatismo. Alivia, dado su ligero efecto sedante, los dolores de cabeza producidos por tensión, por insomnio, o situaciones traumáticas. Paliativo en las picaduras de insectos.
Desinfectante de heridas y cortes. Altamente regenerativo, y reafirmante contra celulitis, congestión linfática (drenaje), eczema seco, erupciones cutáneas, dermatitis, psoriasis simple…
Promueve el equilibrio siendo muy útil en estados de pánico, impaciencia o ira. La Lavanda está considerada una de las esencias mas depurativas, tanto física como espiritualmente.
Beneficios Aromaterapéuticos: Es calmante y reparador, excelente para ansiedad nerviosa, insomnio, melancolía y estrés. Calma o estimula de acuerdo a sus necesidades corporales. Añada una gota a su almohada y dormirá fantásticamente bien.
Sinergías: Aceites esenciales de naranja , palo de rosa , pino, entre otros, combinan muy bien con el aceite esencial de lavanda.
Ingredientes:
Precauciones: Sólo uso externo. Úselo con cuidado y moderación durante el embarazo.